martes, 29 de mayo de 2007

LA ESPERA


Como si nunca hubiera existido...
Cayó la inerte hojita del roble antiguo, para darle paso a las más bellas flores, que apenas eran un puntito amarillo. Una leve brisa, un rumor la atrapó en la caída. Ondulante, danzarina, juguetona cayó en la serenidad de un estanque cercano. El agua reaccionó de inmediato con una sonrisa ondulada de placer; el roce de una mano fría en la espalda voluptuosa, movimiento continuo. Vos estabas ahí en ese momento, esperando con paciencia el vuelo. Comprendiste que nada pasa inadvertido, que no sólo la vida es movimiento, lo es todo, cada instante.

miércoles, 23 de mayo de 2007

MONARCA.


Siempre te agradeceré esa valiosa lección.

Vagué en materia oscura mucho tiempo.

Mirando un espejo negro.

Me devolviste la esperanza.

Una mariposa cruzando el Atlántico.

Atraído por la promesa de una tibia primavera.